Mientras miraba su reflejo en el cristal de la ventanilla recordaba el viaje que ocho años atrás le conducía a la ciudad que ahora abandonaba.
Atrás dejaba muchos sueños que traía en su maleta. Algunos se habían cumplido, otros, desaparecieron a base de no ser alcanzados y otros nuevos habían ido naciendo en su horizonte. Un horizonte que ahora se vestía de nuevos colores.
No podía evitar ilusionarse de nuevo. Como no podía evitar ilusionarse por cada pequeña cosa que le iba sucediendo en la vida. A veces llenaba su cabeza con ilusiones y sueños para después, de la misma forma en que los había ido construyendo, sentir una profunda tristeza al ver como se desvanecían sin poder ser conseguidos.
Audio del día: Yann Tiersen & Elizabeth Fraser - Mary
Me encanta ilusionarme con las cosas pequeñas de la vida :) Un post-it en el parabrisas con un Te quiero, una agenda donde anotar las salidas, una pequeña caja de chucherias ^^
ResponderEliminarY no me gusta ilusionarme con lo inalcanzable :(
Que se cumplan tus proximos sueños Toni!!
besoos (K)!
sin ilusiones no podríamos vivir, es la gasolina del día, y como en el trabajo, si no tienes, lo creas, jajajaj.
ResponderEliminarBesazos!!
Nunca es tarde para conseguirlos.
ResponderEliminarEl mundo es de aquellos que creen en la belleza de sus sueños.
Besos.
Mar
Hola cómo estás? Estuve leyendo tu blog y quería decirte que me pareció muy interesante.
ResponderEliminarQuiero invitarte a que sigas el mío, es una novela corta que cuenta una historia gay.
www.relampagodeflores.blogspot.com
Un abrazo!
Delirante (como dice mi perfil porque ya te sigo)
qué bonito el blog!! te seguiré intermitentemente a partir de ahora...
ResponderEliminarLeonard.